jueves, 21 de julio de 2011

La Princesa y el Asesino. (Segunda parte).

Sale el sol, rituales matinales y los buenos días de Edy. Nos sentamos junto al mar a tomar mate. El durmió en la playa. A veces, cuando no soporta el calor, duerme en una colchoneta medio inflada, en el agua.
Edy fue echado de casa por su padrastro a los seis años. Su padre ya lo había abandonado antes, nunca más supo de él. Chico de la calle, drogón, dealer. Sin embargo estudió y entró en el Ejército y eso cambió su vida. Se volvió hombre de confianza de un general que lo utilizaba para limpiar malhechores. A veces, policías corruptos. Nunca mujeres ni niños. Sentís algo cuando matás? No. Conocés la historia del samurai que dedicó 10 años a buscar a un hombre para matarlo? No. Bueno, cuando lo encuentra y lo acorrala, saca su espada y en el momento final el otro lo escupe, y el samurai se pone rojo de ira, guarda la espada y se va. Sabés por qué? No. Porque un samurai no puede matar con ira. Tiene que estar calmo. Edy sonríe y asiente. Asesino es una palabra griega, me dice. Es el profesional de la muerte. Hay quien mata por pasiones, por dinero, por pura crueldad. Los asesinos venimos al mundo a matar la escoria. Somos parte de un plan. Yo recibí un balazo en la cabeza y sobreviví. También tengo otros balazos y cuchilladas. Y sigo vivo. Creo que Dios tiene planes para mí. Yo mato a los malos. Y también trabajo para que este México que quiero tanto sea mejor. Estoy organizando acciones ciudadanas directas, organizando comunas calle por calle. Ya logramos que se trate una ley para obligar a los corruptos a que gasten lo que roban aquí en México y no afuera. Y otra para que en lugar de poner a los narcos en la prisión, donde la pasan bomba con nuestro dinero, los pongamos a trabajar para la sociedad con un brazalete electrónico, no para localizarlos, sino directamente una bomba que explota cuando el preso se sale de los límites que se le fijan. También tenemos una propuesta para que la droga que se decomisa, en lugar de quemarse se venda a Suiza, a los laboratorios. Ya logré aquí en mi pueblo que se me diera la basura, y con el dinero del reciclaje instalamos cloacas para todos y salvamos al río.
Hace rato que vengo preguntándome adónde se fueron nuestros héroes. Y ante Edy, un asesino, ex-mano de obra del Estado, revolucionario de base, me inclino. El poder le teme. Incluso lo pusieron entre los más buscados por narco. Logró limpiar su nombre gracias al viejo general. Y sigue. Y no va a parar hasta que lo paren.

2 comentarios:

  1. WOW!Qué historia, qué pelotas! Qué Estilo!

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  2. Sabés que me gusta compartir. También estas experiencias y sensaciones y emociones. Y hay lugar en la Julia...

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