jueves, 29 de septiembre de 2011

Yo judío. (III)

Los pueblos sufrientes leen mi dolor. Los negros, los judíos, los nativos americanos. Yo fuí nativo norteamericano me dijo una medium abriendo mis registros akáshicos. Jack el Navajo me lo confirma.
Jack es uno de esos personajes ante los cuales te callás y escuchás. Fué soldado para los yankis en cuatro guerras. Dos Iraks, Afganistán y Panamá. Tiene el cuero lleno de agujeros. Ya no puede andar ni respirar bien. El gobierno puto gringo no le da un mango. Cuatro guerras, malherido en cuerpo y orgullo, humillado nuevamente por el ejército que destruyó su nación. Qué cosa, Jack! Siento que no se puede ser navajo y yanki. Pero callo. Jack habla.
Al cabo se viene la despedida y Jack me regala una piedra:

"Cuando entramos a Panamá para sacar a Noriega se me acercó una señora y me dió esta piedra. Era su agradecimiento por echar a Noriega, que había hecho decapitar a su hijo."

La piedra está desde entonces en la Julia. Ahí, al frente, vistosa, blanca, verde y naranja. Parece un mapa 3D. Las cosas vienen a mí, y así como vienen, se tienen que ir. Como Juli.
Acá estoy en Panamá, y la Julia se rompe en una ciudad que se llama David. No tengo un lugar que se llame Ivan, pero acá estoy, en uno llamado David. Para qué?

El mecánico se rompe el tuje por arreglar la Julia. Un rancho, apenas tiene luz y unas pocas herramientas. Su hija sabe tanto como él de mecánica y hacen un equipo perfecto. Me emociona. Cuando finalmente la Julia está lista, me cobran una miseria y me ofrecen quedarme a dormir en su casa. Pucha que es generosa la pobreza. Declino pero algo quiero hacer. Y veo la piedra. Y me digo que la piedra quiere quedarse. Estoy en David, soy David, y esta piedra, que no mató Goliat pero que está cargada con historia, con esa red infinita de relaciones que es el mundo, que somos nosotros, que será la dios, digo yo, esta piedra se queda, cumple su destino, y con ella el mío y no sé que significa pero se siente tan bien darle esta piedra a este hombre, esta piedra y esta historia que por generaciones será contada otra y otra vez. No está en los diarios, pero la piedra volvió a Panamá. Y algo se serena en mi alma.

1 comentario:

  1. Wow! que linda sensación se siente... Panamá...historia de tiempos atras.

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